La insólita historia de un Barco de la Paz que navega por el mundo:
Un acuerdo de paz sin mujeres y la creación de la primer Corte de Mujeres Colombianas Contra el Olvido y la Re-existencia
Un trasatlantico que da la vuelta al mundo dos veces al año y es liderado por una organización internacional, no gubernamental y no lucrativa, con sede en Japón, que trabaja por los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenible y el respeto por el medio ambiente…
Era el año 2001, En las mesas de negociación del proceso de paz colombiano, en la nefasta zona de distensión del Caguán se encontraban entonces tratando de negociar la paz, algunos patriarcas de barba larga e ideas cortas junto con otros de corbata no menos larga e ideas igual de cortas. Se decía que trataban de llegar a algún tipo de acuerdo para definir entre ellos el futuro de cuarenta millones de personas. Como todo proceso excluyente, las conversaciones se rompieron y cada cual cargó a sus hombros los costales de resentimientos heredados de sus ancestros. Era el bagaje de odio que ninguno quería dejar atrás. Cuando llegaron a sus casa s las mujeres que esperaban la buena nueva de un horizonte sin guerra; en medio de su llanto decidieron ir en busca de las otras madres hermanas e hijas sentadas en las orillas opuestas. Eran mujeres como ellas, criaban a sus hijos se reían y sufrían por los hombres infieles. Así nació en Consenso de las Mujeres del Barco de la Paz.
Era el 8 de marzo del 2001 una conferencista noruega de muchos títulos, cabellos largos e ideas aún mas largas, Ingrid Eide, indignada por la falta de representación de la mujer colombiana en las mesas de conversación tuvo la excelente idea de reunir mujeres que vinieran de los diferentes sectores en el conflicto. colombiano., ya que los hombres mostraban todas las señas de no poder conciliar. Y fue así como nos pusimos en la tarea de armar una mesa alterna de mujeres. Algunas llegaron por vocación propia tales como las excombatientes del M19, las desplazadas, una victima del secuestro de la María una indígena Paez, las mujeres de la sociedad civil Pero las otras, las combatientes activas, la representante del gobierno, las que no tenían en sus manos su destino , a ellas solo se les podía contactar traspasando la solida barrera de los patriarcas de barba larga. Y corbata no menos larga. ¿Pero donde? Entónces apareció el Barco de la Paz, primero vestido de mujer, como María de la Fuente, una española también de ideas kilométricas a ofrecernos unos cupos sin costo alguno en el trayecto del peace Boat entre la Guaira Venezuela y Guayaquil Ecuador. No fue fácil conseguir visas y pasaportes para un grupo tan diverso, ni mucho menos lograr que el grupo inicial fuera el mismo que terminó embarcado en Venezuela.
Fue así como en esta reunión sin precedentes en la historia colombiana, mujeres de diversas experiencias de vida y de opciones políticas, se acercaron para hacer oír su voz frente a los conflictos sociales y políticos, y a armar propuestas para la reconstrucción del país.
A medida que pasaban los dias estas mujeres se contagiaron del orden y la sensibilidad japones y se fué armando poco a poco la trama de la confianza y del diálogo en medio de las diferencias. Cada idea, cada palabra, cada acuerdo y desacuerdo, fueron enlazándose en el fragil tejido de los acuerdos.La trama de este nuevo tejido de la paz está llena de tonalidades, texturas, matices y lo más importante…tiene elasticidad y capacidad de tolerancia. Se encontraron hilos multicolores para el consenso, no hilos blancos y negros, como convencionalmente tejen los patriarcas sus proyectos y reuniones y donde la voz de la mujer, generalmente ha sido excluida. Este tejido no tiene orillas, está abierto a los millones de hilos que aportarán la sabiduría y la historia acumulada de las mujeres, desde todos los rincones, alturas y puntos cardinales del país.
El Consenso se conforma desde su diversidad alrededor de la solución negociada del conflicto armado de de Colombia y comparte la urgencia de establecer la cultura del post – conflicto, basada en el conocimiento profundo de las problemáticas regionales y los contextos globales, en la capacidad de establecer consensos con otros actores sociales, en establecer lazos de amistad y de confianza.
En el año 2002, al Consenso se sumaron otras actoras del Conflicto: Gloria Ramirez, miembro del Partido Comunista Colombiano, una Reservista de la Armada; otras mujeres representativas de los alzados en armas y como esta vez el Barco de la Paz salió de Cuba rumbo a Cartagena, la experiencia la compartimos con las mujeres cubanas y con Corinne Kumar una Indú impulsadora de las Cortes Internacionales de la Mujer. Corinne que es una cazadora de los dolores y sufrimientos de las mujeres y en su búsqueda de testimonios encontró a las mujeres del Consenso. Nuestros primeros encuentros fueron llenos de lagrimas y llanto. Cada una se veía retratada en los sufrimientos de las mujeres que habían contado su historia en otros países y fue así como sellamos un acuerdo para llevar a cabo en Colombia la Corte contra la violencia y para la re-existencia. Esta sería la suma de los testimonios de muchas mujeres colombianas de todos los rincones del país, desde los pueblos mas remotos azotados por la guerra hasta las grandes ciudades y de los dolores que no tienen ni color ni partido político, ni ideologia, ni controversia, los dolores de las mujeres de Colombia, y allí estarían también un grupo de mujeres sabias que conformarian el jurado, pero no el jurado del castigo sino de la comprensión y del perdón.
POR QUÉ UNA MESA ALTERNA DE MUJERES POR LA PAZ?
- Porque representamos más de la mitad de la población
- Porque somos las principales generadoras y protectoras de la vida en el planeta
- Porque somos víctimas de la guerra
- Porque estamos excluídas de los escenarios en los que se deciden las soluciones negociadas del conflicto
- Porque tenemos grandes aportes para la reconstrucción del país
QUÉ SE BUSCA CON UNA MESA ALTERNA DE MUJERES POR LA PAZ?
- Realizar experiencias piloto, con metodologías, que faciliten el encuentro y la construcción de consensos entre posiciones, miradas e intereses divergentes y contradictorios.
- Visibilizar y canalizar las propuestas respecto a la paz, surgidas de las mujeres y hacerlas llegar a los espacios y actores nacionales e internacionales, que influyen en las decisiones sobre el conflicto y la paz en el país
- Convertirse en un grupo mediador e interlocutor válido y legítimo ante el gobierno y las partes en contienda
- Denunciar la ausencia de mujeres de las mesas de negociación y presionar la inclusión de mujeres comprometidas con los valores y las ideas de las otras mujeres
CÓMO SE TRABAJÓ EL TEJIDO EN EL BARCO DE LA PAZ?
El trabajo se realizó usando una metodología que facilita el intercambio
horizontal y respetuoso de las participantes, desde la concreción de los temas, hasta la participación activa en la discusión y formulación de propuestas en cada uno de ellos. Esto, permitió empezar a construir una mirada común desde la diversidad y el antagonismo, frente a temas específicos, tales como:
- El compromiso necesario de hombres y mujeres para construir la paz en Colombia y la necesidad de la participación activa de las mujeres en las mesas de negociación.
- La incorporacion de valores de las mujeres en la construcción de un nuevo paradigma cultural, así como la participación de la mujer en los espacios políticos, que además deben ser transformados mediante un nuevo quehacer.
- La atención activa y el soporte de la comunidad internacional, especialmente de gobiernos y redes de mujeres y otros sectores respetuosos con nuestros procesos.
- La construcción de modelos de desarrollo alternativos, ajenos al capitalismo patriarcal y neoliberal, que se cimienten en la economía redistributiva, la solidaridad, la equidad, la inclusión étnica, cultural y de género, como un requisito indispensable para avanzar en el proceso de construcción de paz.
- Los cultivos ilícitos como parte de un problema global que depende también de los países consumidores y productores de armas.
- La descriminalización y la erradicación manual, acompañadas de un programa integral de sustitución de cultivos
- El post-conflicto, como un modelo amplio y generoso, donde sus actores y actoras, continúen siendo parte importante de su diseño.
- La clarificación de los crímenes de guerra, como una condición para la reconstrucción de confianzas y de paz en el país.
METODOLOGIA PARA CONSTRUIR CONSENSOS
La metodología utilizada se denomina Sintegración. Esta facilita la construcción de la agenda de manera democrática y permite que todas las participantes intervengan en los diferentes temas, desempeñando tres roles posibles: Deliberadora, crítica u observadora; permitiendo así, la posibilidad de enfocar de manera diversa una misma situación.
Igualmente, se registraron cuatro momentos en el desarrollo de los debates:
- Construcción de la agenda, por medio de ideas formuladas por las participantes y negociadas con las demás, hasta reducir a ocho los temas prioritarios.
- Discusión sobre la situación actual o el estado en que se encuentra el problema.
- Discusión sobre los puntos de llegada o el sueño a dónde se quiere llegar con cada problema
- Las acciones o iniciativas que ayudarían a transitar el camino, desde donde estamos, hasta donde queremos llegar en cada punto.